
Si algo me enseñó el verano fue a pensar que ese amanecer que estaba mirando todas las madrugadas iba a traer un día mejor. Saber a que hora sale el sol desde el mar terminó en una conversación de dos horas con alguien que pensé que no conocía y me llevé una sorpresa al darme cuenta que era mi reflejo dibujado, un ente que me hacía pensar. Nunca dije gracias por las lecciones de espacio-tiempo. No creo que este sea el lugar correcto pero es lo único que no me genera explicaciones inncesesarias. yo se que esa secuencia, esa escena se sigue repitiendo de manera infinita en la linea de tiempo que ya pasó y nunca va a dejar de pasar. Así como me costó entender e imaginarme algo que tangiblemente no existe voy a intentar imaginarme lo que pase de ahora en más aunque sea una locura, aunque no tenga sentido y sea irracional. Si Platón escribió alegorías que miles de años después las tengo que saber para rendir un exámen universitario, porque no escribir mis propias alegorías basandome en las experiencias del solsticio? Algún día alguien las va a leer y vamos a ser como los Mies Van der Rohe pero de la filosofía moderna.
De nuevo gracias

Y somos los más exagerados. Amamos modificar hechos pequeños hasta el punto de que no sea un error, sino una tragedia. Invertimos el papel de víctima a victimario todo el tiempo. Nos escondemos en lágrimas baratas o ausencias sin razón. Cada cosa buena no es buena, es lo mejor que te pasó en la vida. Cada cosa mala no es mala, nadie entiende lo que es sufrir de esa manera. El mundo es un caos convertido en pañuelo. Todas las canciones tienen una letra y un significado diferente para cada uno; y aunque nadie tenga un libro que te diga que hacer en cada fucking situación hay muchas personas que siguen libretos de novelas bizarras. Nunca estamos haciendo nada y nunca tenemos nada que contar a quien no nos interesa. Obseciones nuevas nacen con objetos, con personas y con estaciones del año. Pasamos de la risa a llanto en segundos. Cada problema es una puteada, cada alegría es una puteada, cada reencuentro es una puteada. No grises ni tonos suaves. Blanco o negro.
Son elecciones y elegir significa dejar algo atrás. Todo pasa ahora, todas las mentiras, las verdades, los cambios de hormonas, todas las traiciones y todos los fracasos, todas las fiestas y todas las madrugadas posteriores. Sentarse en una plaza a mirar el sol. Gritar en una montaña rusa. Sentir bronca, amor, renconr, impotencia, no perdonar, dejar pasar. Si nos forreamos, nos equivocamos, nos volvemos a forrear... El tren no tiene estación terminal, porque no hay lugar de llegada, amamos las casualidades sin saber que todos tenemos un destino.