Cuando uno se aburre, cuando no pasa más agua por abajo del puente va y se corta el pelo, le cambia el color al fotolog, intenta de alguna manera hacer algo, dar un vuelco de 180. Pero eso no significa algo si alguien no lo nota. Ser ignorado olímpicamente es desgarrador. Desencadena un dominó de consecuencias devastadoras para el ser. Inseguridad, descepción, persecusión mental y desesperación. Cuando la persona se está formando como persona y le pasan estas cosas deja de pasarla bien. Entonces esa persona un poco perturbada quiere hablar con alguien y contarle esto que le pasa, porque el ser humano es asquerosamente comunicativo, encuentra alguna manera directa o indirecta de expresar lo que le pasa. Por razones nombradas anteriormente el ser humano deja de sentirse interesante y deja de contar lo que le pasa. Deja de sentir lo que le pasa, deja de ser. Ahí es cuando agarra un cuaderno de por ahí y una lapicera bic y escribe y escucha, y escribe lo que escucha. Si esta persona cuenta con internet, inmediatamente descarga todo tipo de autores y bandas que cantan a viva voz lo que él no puede. Sí, esos seres un poco más creativos y un poco más extranjeros encontraron la manera de expresarse y ser escuchados, no como el ser desdichado que nadie lo quiere y se limita a canatr canciones de otros sintiendose mal por igual. Entonces una vez descargada la playlist de la muerte, sigue escribiendo. Pero algo peor le puede pasar a este ser, puede perder su cuaderno mágico, y sentirse aún peor, sí, el cuaderno tampoco te quiere. Como escribí antes, si cuenta con internet, esta persona muy fracasada se crea un blog. Total, internet no te puede dejar e querer porque pagás por él. Acá entra en un universo en donde pueden haber millones o dos, pero el ser no lo sabe ya que no puede ver por los cables del módem quien está y quien no. Entonces puede escribir sabiendo que hay alguien tan o más fracasado que uno y sentirse cobijado igual. Sin identidad, sin ninguna máscara o tapujo, escribe. Sin juzgar o ser juzgado, escribe.
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